lunes, 15 de febrero de 2016

José Raúl Capablanca: A Chess Biography – Miguel Angel Sánchez (XXVIII)


Capítulo X: El rey coronado (III)

Análisis del libro “Fundamentos del Ajedrez” – J. R. Capablanca (III)

Antes de seguir debo dejar clara una cosa.

Este cronista no está leyendo el libro biográfico de Miguel Angel Sánchez mientras escribe sobre él.

Cada capítulo se compone de unas 25 páginas aproximadamente y todas llenas de las “últimas investigaciones” sobre la vida de Capablanca.

Muchas de ellas son novedosas para “todos” los lectores, incluido este cronista (que todavía no ha tenido “tiempo” de descubrirlas).

Sánchez lleva toda una vida indagando en las hemerotecas y en todos los organismos y centros ajedrecísticos donde se encuentran los materiales que ha utilizado para escribir el libro.

Miguel Angel Sánchez (camisa roja) con el reciente 
Campeón Absoluto de Cuba, 
el GM Leinier Domínguez (a su derecha).
Dice: "En la casa de Jesús Suárez (Miami) con el Gran Maestro Lenier Domínguez 
y el Arbitro Internacional Romeo Lobo en una memorable velada".


Este cronista dedica unos 5 minutos en ojear esas 25 páginas y apunta en un cuaderno algún detalle que ve en las mismas y del que le apetece escribir, por lo que yo sé hasta aquí (para luego al final, ¡comparar!) y sobre la marcha me pongo a redactarles.

Lo que ocurre es que si sé tanto de Capablanca como de cualquiera de los que están en mis trilogías sagradas es sencillamente porque llevo toda una vida pensando sólo en ellos y leyendo casi todo lo que se ha publicado de cada uno de esos héroes del tablero.

Mientras la mayoría de los ajedrecistas comparte este tipo de afición con otras cosas (entrenar, jugar, resolver problemas de táctica o posicionales) yo no; yo sólo me dedico a leer las biografías completas de todos ellos y a reproducir todas las partidas que puedo y me quedan un montón - calculo que ¡no tendré vida suficiente! para verlas todas -.

Eso significa que lo que sé de Capablanca lo sé de la mayoría de sus libros publicados; en español y en inglés. También tengo bastantes en ruso y en alemán.

Esos idiomas no los domino pero sí los “comentarios estrictos” de las variantes de las partidas. Muchas veces están ampliadas ahí y me sirve para sacar conclusiones de la “fuerza real” del ajedrecista (junto al uso de los módulo informáticos para corroborarlas).

Todo esto lo digo porque el que crea que leyéndome a mi se puede ahorrar leerse el libro, ¡va apañado!.

Ese libro es único y es un trabajo ortodoxo y ordenado, además de minucioso y muy profesional.

Yo suelo “fantasear” mucho cuando escribo, pero sólo soy un aficionado (eso sí, “noble”) y me puedo permitir esas cosas…

Sánchez no. Miguel Angel busca, confirma, ratifica y entonces lo publica.

Ya me ha comentado personalmente que su libro va a estar siempre en continua revisión (!?). De Capablanca se ha escrito ¡en todos los lugares del mundo!.

En el “imperio” de José Raúl Capablanca 
no se oculta nunca la luz del Sol.


Así os digo que en esos pocos minutos en que he estado ojeando el libro, enseguida me he dado cuenta que ésta es la mejor biografía de Capa, ¡sin discusión!.

Si acaso, únanle todos los escritos de la época y recortes de prensa que Winter ha recopilado sobre José Raúl, también en otro libro publicado por McFarland; así como las aportaciones históricas de la familia Linder y del periodista Bjelica y añádanle lo que Kaspárov escribe al respecto en “mis geniales predecesores” (Santo Grial) y por último lo que han escrito maestros de la talla de Golombek, Panov, Varnusz, Reinfeld, Hooper y Brandeth, Soloviov, Mcdonald, Lakdawala, Chernev, Frisco del Rosario, algún otro (que se me está olvidando) y hasta el ¡propio Capablanca!; todos estos últimos en lo que respecta a la “aportación técnica” al Ajedrez (en mayúsculas) del gran maestro cubano.          



 etc. etc. etc.


Así os acercaréis en la totalidad al “legado artístico” de José Raúl Capablanca y Graupera pero como he dicho, biográficamente hablando, quién lea este libro de Miguel Angel Sánchez, sabrá qué tipo de personalidad tuvo el gran genio del ajedrez.  

En mi criterio, posiblemente estemos ante la gran personalidad de todas las personalidades juntas del ajedrez.

Capablanca en una partida con Lasker

Mucha gente dice: “Es que Capablanca tenía que haber estudiado más…”. ¡Sí, pero entonces, sencillamente no hubiera sido CAPABLANCA!.

Este cronista que ha analizado concienzudamente sus tres trilogías “casi” al completo, llega a una conclusión:

“Capa y Fischer”.

De Fischer dicen: “Es que estaba loco”. Sí, pero sin esos brotes paranóicos no hubiera sido Fischer.

¿Ustedes se imaginan el esfuerzo del muchacho para derribar él sólo a todo un imperio comunista soviético lleno de corrupción hasta arriba? (!?).

Fischer en una partida con Benko


Y esto último no me lo invento yo. Lo manifiesta la caída del muro. Lo malo es al “capitalismo exacerbado” donde, como consecuencia, hemos llegado.

Esta mañana he estado, como dije, en el parque y repasé las partidas que Capablanca comentó en su libro pedagógico “Fundamentos del Ajedrez” hasta el capítulo IV, inclusive; partidas que nombré en la crónica anterior.

¿Ven?. Esta es una manera creativa de hacer una crónica y en definitiva una manera de vivir espiritualmente “alegre” que es lo que he hecho yo toda una vida (desde jovencito).

¡El que me quiera seguir que me siga y el que no, que se apée del tren cuando quiera!.

La de Capablanca con Blanco, en La Habana 1913, fue un dechado de perfección de cómo se “sitía” hasta que cae un punto débil en el tablero. Sobre la casilla “e6” Capablanca dirigió todas sus fuerzas con tal energía que hizo saltar en pedazos la posición de su compatriota cubano.

Me encanta cómo comenta José Raúl. Todo ligero. Lleno de matices. De conocimiento. De técnica. De estilo. De clase. ¡Un fuera de serie!.

Luego pasé a ver la partida del mismo torneo que le enfrentó a Janowski. ¡Cómo atacaba David Janowski!.

Desde que pude me hice con el único libro que hay de sus mejores partidas (!?).

Eso ha sido otro de mis hobbies. La gente se hace con joyas, con viajes, con bienes materiales; pero este cronista, ¡sus libros no los cambia por nada!. La mayoría de las cosas pasan o duran poco (luego de ellas sólo queda el recuerdo cada vez más opaco…); pero los libros duran ¡siempre!.

Capablanca lo conocía muy bien, pues Janowski fue no sólo “cliente” de Emanuel Lasker sino también de él mismo o como algo más reciente, Vishy Anand, que lo ha sido de Garry Kaspárov (!?).

En la partida, Janowski le entregó la calidad para quedarse con la pareja de alfiles y a cambio de ataque. Capa muestra un gran temple defensivo y luego hace que se imponga el material obtenido, pero de forma elegante, porque lo devuelve y termina quedándose con peón de más que lo lleva a una “brillante” victoria.

La tercera partida que vi, fue la más bonita, la que le ganó con negras a W. Winter en Hastings 1919. ¡Cómo le encerró el alfil!. No se lo comió, pero lo dejó entre “rejas” de tal forma que Capa jugó la partida con una pieza de más (virtual) hasta conseguir un didáctico triunfo.

Sobre esa, Capablanca, algo que no me di cuenta en la crónica anterior, recomendó varias partidas más, la mayoría suyas.

La que le ganó con el mismo sistema de juego a Kupchick también en La Habana 1913 en un portentoso final de torres (que en su “esencia” fue perfecto). Resulta curioso que el método empleado aquí por Capa fue “posicional”, mientras que en la misma apertura, Alekhine le había ganado a Vidmar en 1911 (Carlsbad) usando el “método combinativo”.

¿El más correcto de ambos?, el de ¡Capablanca!, pero el de Alekhine también fue vistoso…

Por cierto, algún día les hablaré minuciosamente de la “Herencia Ajedrecística” de Alexánder Kotov sobre Alekhine, pero no como la contó Kotov en sus cuatro tomos (preciosos y solemnes) sino como la vi yo (desde otra perspectiva totalmente distinta y seguro que les resultará curiosa).

Kotov, como Sánchez, pensando siempre 
en una misma persona

Veremos a ver cuándo puedo hacer ésto.

Una vez el maestro bosnio Bojan Kurajica (que vive en Tenerife) me dijo que con suerte llegaría a ver unos cuatro o cinco Campeonatos del Mundo más, viendo el ritmo “sosegado” que llevo (!?).

GM Bojan Kurajica, 
campeón mundial juvenil en 1966


Estimados lectores, no hay “estress” en este cronista, que actúa sin prisa pero sin pausa, hasta donde llegue. Yo sabiendo que al día de hoy ya he recibido más de un ¡millón de lecturas!, con eso estoy tranquilo y de sobra. Como que ya colmé mis ansias de escritor. Vamos a ver a dónde llego ahora

Sigo comentado el nuevo libro de Capa de Miguel Angel Sánchez y seguro que llegaré hasta el ¡infinito y más allá! con estos comentarios. No sé cuántas crónicas haré, porque todo depende de lo que vaya observando a mi alrededor…

Y por último, la otra partida que vi esta mañana en mi parque favorito, fue la que Capablanca le ganó también a Janowski en el Torneo de Maestros de Nueva York 1913. que la vi en los libros de Soloviov y de Reinfeld (porque otra cosa buena tengo desde niño… todas las concatenaciones de partidas que he ido viendo ¡las tengo apuntadas!).

Aquello fue otro final de torres y mientras que con Kupchik hubieron chances de tablas del bando defensor, aquí el pobre David estuvo inferior todo el rato y Capa jugó con él, en el final, como lo hace el gato con el ratón.

Capablanca, el gato. Janowski, el ratón


Cierro la crónica, pero no sin antes desear mucha suerte al entrenador canario de ajedrez, Víctor Ortells, en Ecuador; en la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas, donde está realizando un gran trabajo con la juventud.

Que los responsables del deporte quieran erradicar el ajedrez de la sociedad allí, posiblemente demuestra una cosa certera: ¡No desean fomentar la cultura entre su pueblo! y eso, queridos lectores, en todos y en cada uno de los casos, es malo.

Cuánto más culturalmente formado esté un pueblo, mejor andará el mismo.

La prensa ecuatoriana se hace "eco"


El ajedrez ayuda a pensar y de esa forma, los miembros de la comunidad estarán preparados para resolver los problemas cotidianos y “reales” a los que se enfrenten.

Mis mejores deseos pues para Ortells cuyo futuro está ahora en manos del Presidente Constitucional de la República de Ecuador, el Excmo. Sr. D. Rafael Vicente Correa Delgado, del que esperamos una magna resolución al problema.

Aquí es donde deberíamos estar


Señoras y señores, la vida se vive sólo una vez y Capablanca fue todo un experto en ello cuando decidió casarse con su amada Gloria y se propuso casi al unísono escribir su gran libro Fundamentos del Ajedrez, que sigue estando “vivo” en la actualidad:



(Continuará…)
Angel Jiménez Arteaga

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